A finales de noviembre del pasado año, el Colegio Oficial de Psicología de Madrid y la Comunidad de Madrid llevaron a cabo un acto de homenaje, de agradecimiento y reconocimiento a todas/os las/os psicólogas/os colegiadas/os que durante los momentos más críticos de la pandemia atendimos a personas que vivían situaciones especialmente vulnerables afectadas por el COVID y sus consecuencias.
En mi caso, pude ayudar a través de un recién estrenado sistema de atención telemática a personas que estaban atravesando un duelo por fallecimiento de algún ser querido; duelos tremendamente difíciles ya que apenas tuvieron información de la evolución de la enfermedad, no pudieron dar ni recibir los abrazos de su gente, no pudieron despedirse ni realizar los tan necesarios rituales que como sabemos, ayudan a comenzar la aceptación de la muerte y el proceso del duelo. Fue una situación tremendamente dura.
Para mí fue, tanto profesional como humanamente, una experiencia muy profunda que me arraigó al presente y a mi vocación: encerrada como tantísimas personas en nuestra casa, las psicólogas pudimos conectar emocionalmente con quienes necesitaban acompañamiento terapéutico, ayudando en lo posible a aliviar el shock, la soledad y el malestar psíquico que experimentaban las personas dolientes.
Y, tengo por supuesto también que darles las gracias a ellos/as por haber confiado en mi trabajo, en el mío, en el del Colegio y en el de todas mis compañeras, a quienes también doy las gracias. Como profesionales me emocionó la decisión con la que estuvimos desde los primeros momentos de la emergencia dispuestas a aportar nuestro granito de arena con energía, y aunque personalmente también estuviéramos inmersas en esos momentos de incertidumbre, pudimos hacer lo que sinceramente creo, nos tocaba hacer: estar ahí para quien necesitaba nuestro apoyo. Me emocionó enormemente y me inspiró una gran admiración toda la vocación de ayuda y servicio que pusimos como prioridad, como hicieron tantos/as otros profesionales de la salud. Gracias
Carmen del Castillo, Psicóloga