La educación de los hijos e hijas es una tarea compleja que nos trae retos distintos con frecuencia, casi cada día; la Parentalidad (Marentalidad) es un concepto que hace referencia a la conducta de las madres y padres en la crianza; es positiva cuando promueve su cuidado, su reconocimiento y atiende sus necesidades en cada etapa de su desarrollo, respeta y preserva sus Derechos de manera responsable, genera un apego seguro.
Aquí extraigo – a modo de síntesis pues está claro que es un asunto muy amplio- algunas claves que suelen ser útiles en la vida cotidiana para ejercer esta crianza de manera consciente y saludable:
Algunas Ideas Clave:
- La forma de relacionarnos ha de ser a través de los Buenos Tratos, de una comunicación afectiva y asertiva, que tenga en cuenta nuestras necesidades y las de las demás personas. Hay empatía y respeto hacia sus emociones; esto no quiere decir que estemos de acuerdo, pero sí respetamos la vivencia interna de nuestros hijos e hijas
- Buscar el momento adecuado de hablar cada cosa: muchas veces las prisas o hablarlo desde una emoción muy intensa – por ejemplo, el enfado o la angustia por una preocupación nuestra – hace que lo que queremos transmitir no llegue o se distorsione; de igual modo, el lugar también es importante: asegurémonos de ofrecer un clima de confianza, adecuado para expresarnos y escuchar todas las personas implicadas
- Respetar el espacio y las necesidades propias y las de las demás personas: a nuestros hijos/as hemos de propiciarles la ayuda, la seguridad y la protección que necesitan, promoviendo su autonomía siempre que sea buena y posible para su aprendizaje y crecimiento personal, adaptándonos a sus ritmos de desarrollo
- Las pautas y límites han de establecerse de manera clara y coherente, para que comprendan el sentido que tienen, y, con antelación para que sea predecible para ellos/as. Como adultos de referencia hemos de ser ejemplo: si lo que decimos es contrario a lo que hacemos, les confundimos e impedimos su aprendizaje
- Las consecuencias positivas y negativas del cumplimiento de tales pautas y normas deben seguirse de manera constante y estable. Cuidado con confundirlo con “premios” y “castigos”
- Pasemos juntos un tiempo de calidad y calidez: un bien muy preciado en esta época de prisas, estrés y pantallas: mirémonos, charlemos y disfrutemos de las pequeñas cosas del día a día en familia fortaleciendo así lazos de comunicación
Carmen del Castillo, Psicóloga |